Rodolfo Moreno. |
Por Lucio Pérez Calvo y Sebastián María Steverlynck
Pocas figuras del quehacer político
nacional han tenido la integridad moral y formación intelectual que tuvo el
doctor y catedrático don Rodolfo Moreno, quien fue el último gobernador
conservador de la provincia de Buenos Aires, en la década de 1940, partido
político otrora poderoso y del que hoy sólo existen unos cuarenta comités en
toda la Provincia, incluyendo su histórico bastión del partido bonaerense de
Lobos.
El
doctor Rodolfo Moreno nació en Buenos Aires, el 20 de marzo de 1879, y fue bautizado
el 4 de octubre de ese año, en la iglesia de San Nicolás de Bari. Fue su padre
Rodolfo Moreno Montes de Oca, nacido en Santiago de Chile (aunque argentino por
opción), el 26 de mayo de 1852; ingeniero civil por la Universidad de Buenos
Aires, ejerció, durante años, como catedrático titular de matemáticas
superiores en la facultad de Ingeniería, así como de álgebra y cálculo
diferencial e integral en la universidad de La Plata, donde fue decano de dicha
facultad.
Como
ingeniero, Moreno Montes de Oca mensuró campos en los antiguos territorios
nacionales y realizó importantes obras, como el puente sobre el río Luján que
fue reemplazado en 1935 y que llevó su nombre; fue director de los
ferrocarriles de la provincia de Buenos Aires, diputado en la Legislatura
provincial de 1883 a 1891, presidente de la Cámara de Diputados en 1888, y
ministro de Hacienda y de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires,
durante la gobernación de Costa. Falleció en Buenos Aires, el 18 de marzo de
1929.
Y
su madre fue Rosalina da Rocha Miró, nacida en Río de Janeiro, Brasil, el 5 de
octubre de 1856 (hija de Joaquín Pedro da Rocha da Cunha, nativo de Río de
Janeiro, cónsul general del Brasil en Buenos Aires, y de Rosa Amelia Miró de
Freitas, también brasileña), y fallecida en Buenos Aires, el 7 de agosto de
1956. Los padres de Moreno se casaron en la ciudad capital argentina, el 28 de
julio de 1877.
Rodolfo
Moreno (hijo) se educó en Buenos Aires y, terminados sus estudios secundarios,
egresó como abogado de la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires, en el año 1900, obteniendo ese mismo año el doctorado en jurisprudencia
por la misma casa de altos estudios, con una tesis titulada "Proteccionismo
industrial" . Ejerció muchos años como profesor de literatura en
el colegio Nacional de La Plata, siendo más tarde profesor titular de derecho
civil en la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
Nacional de La Plata, miembro del Consejo Académico y secretario de la misma
facultad y profesor titular de derecho penal en la facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires. Fue miembro, también, de la Academia de Derecho y
Ciencias Sociales, entre otras instituciones académicas de las que formó parte.
Incorporado
al mítico partido Conservador de la provincia de Buenos Aires, tuvo una
actividad política brillante, siendo electo diputado nacional por dicha
provincia durante cuatro períodos consecutivos; fue ministro de Obras Públicas
bonaerense en 1913-1914, ministro de Gobierno en 1914 y 1934, secretario de la
Procuración General de la Suprema Corte provincial y representante letrado de
la Provincia en la Capital Federal.
En
1931, fue designado ministro interino de Hacienda, para ser, luego, presidente
de la comisión de Reforma Constitucional de la Convención Constituyente de la
Provincia (1934), y presidente de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones
Civiles (1935-1938). Posteriormente, aceptó el cargo diplomático de enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario en Japón, donde estuvo destinado en
1939-1940, en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial.
Vuelto
a la Argentina, fue electo, en 1941, gobernador de la provincia de Buenos
Aires, cargo que ejerció hasta 1943, destituido por el golpe militar de ese
año. Como gobernador, fue promotor de numerosas obras públicas de importancia;
entre ellas, la ejecución de un plan completo de construcciones carcelarias,
designando a Roberto Noble, futuro fundador del diario "Clarín",
como ministro de Gobierno.
Paralelamente
a su actividad política, fue un destacado académico y publicista, por cuyas
obras fue incorporado como miembro por la Academia de Ciencias Sociales y
Políticas de Filadelfia y la Academia de la Historia de Illinois, ambas de los
Estados Unidos. Entre sus libros, se encuentran El problema penal, La
ley penal argentina, Enfermedades de la política, La ley de seguridad social,
El derecho de la mujer, Los tribunales de la costa sud, La cuestión democrática,
y El Código Penal y sus antecedentes (7 tomos).
Si
bien todas sus obras son destacables, merece un capítulo aparte El
problema penal , que data de 1933, en la que enumera las problemáticas
delictuales de su tiempo, que son de novedosa actualidad, las que emanan, según
su criterio, de "los focos de mala vida", explayándose sobre ciertos
criterios de los criminales y sus organizaciones, contra quienes, dice, debe
existir una defensa constante y enérgica, enumerando entre los elementos
tolerados, consentidos o estimulados los "guapos de profesión, los
batidores, la trata de blancas y jugadores de oficio".
En
ese mismo libro, traducido a varios idiomas, afirma que, para poder destruir
las organizaciones criminales y producir el saneamiento social de sus miembros,
es necesario chocar con muchos intereses creados, pero la nobleza y utilidad de
su propósito justifica el empleo de toda la energía precisa para atacar el mal
en sus raíces: "no se podrá intentar con éxito la defensa completa de la
sociedad mientras no se extirpen los focos verdaderos de la enfermedad".
Otro
comentario que resulta de interés lo da sobre los profesionales de la política:
"debido a la incultura de malas prácticas, el matón profesional suele
jugar un rol importante en los partidos políticos que disputan el predominio
electoral; este guapo de comité es un sujeto que no trabaja, no sabe hacerlo,
no tiene profesión, y vive acompañando a los caudillos". Personajes que,
lamentablemente, siguen existiendo en la actualidad (denominados "punteros")
y continúan proyectando fechorías a sus adversarios y gozando de completa
inmunidad.
Otro
tipo delictual analizado en su obra es el "batidor", como se
denominaba al sujeto que delataba ante funcionarios policiales a sus compañeros
de actividades ilegales, así la policía, por medio de sus confidentes,
monitoreaba los movimientos de individuos a quienes se sindicaba como
peligrosos. Moreno lo reprueba como procedimiento de custodia social, ya que
"este contacto fraterno de la policía con los exponentes de mala vida es
más probable que pervierta a los primeros que reforme a los segundos".
Y
también se adelanta con la llamada "trata de blancas", hoy denominada
prostitución, en cuanto considera que constituyen un peligro social las
organizaciones dedicadas a ello, no sólo como una "lacra", sino como
una incubadora para toda clase de delitos que siempre se hallan presentes en
los episodios de bajo fondo.
Don
Rodolfo Moreno falleció en Buenos Aires, el 20 de noviembre de 1953. Había
estado casado con Emilda Flores Levalle, con quien no tuvo hijos.
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