Julio A. Roca en su discurso ante el Congreso en 1889. |
Por Roberto Azaretto*
En
primer lugar unas breves palabras sobre el sitial que he elegido en esta
Academia, el de Nicolás Avellaneda. No fue el primer presidente del norte, pues
su comprovinciano Marcos Paz,
vicepresidente de Mitre, ejerció la primera magistratura desde junio de 1865 hasta
su fallecimiento en diciembre de 1867, al pedir licencia el presidente para
hacerse cargo del comando de los ejércitos de la triple alianza, en la guerra
contra Solano López.
Será otro tucumano su sucesor, Julio Argentino
Roca.
Avellaneda sufrió desde su infancia
más temprana los males, odios, las muertes, que provocan las guerras civiles.
El degüello de su padre, uno de los
artífices de la coalición del norte, la marcha al exilio boliviano, la
pobreza fueron su escuela de vida.
Vuelve adolescente a la patria y luego de graduarse en Córdoba, llega a Buenos
Aires, al gran escenario de la política nacional en donde descuella de
inmediato.
Ministro de Instrucción Pública
y Justicia de Sarmiento triplica los
alumnos que concurren a clases en el país.
Como presidente concreta la
conquista del desierto, la federalización de Buenos Aires, el establecimiento
del crédito externo, en medio de una crisis financiera internacional. Durante
su administración se deja de importar trigo y se concreta la primera exportación
de carne en un barco frigorífico. En su gobierno se traen los restos de San
Martín. Es autor de la ley de colonización y después como senador impulsa la Ley universitaria.
Murió antes de los cincuenta años perdiendo la
patria su inteligencia, capacidad, patriotismo y su espíritu conciliador.
Como toda ciencia social la
historia puede poseer datos objetivos, documentales indiscutibles, pero la
interpretación siempre es
subjetiva.
Muchas veces se escribe y divulga
sin tener en cuenta los hechos. Ahora se
habla mucho de memoria, pero la historia se nutre de muchas memorias y de otros
elementos. Los argentinos tenemos el defecto, de utilizar la historia para dirimir conflictos
actuales, tal vez por la incapacidad para mirar para adelante. Algunos por
localismos mal entendidos levantan héroes con pies de barro.
Creo conveniente para comprender la
cuestión de nuestra organización institucional, comparar con otras experiencias,
como la norteamericana o la brasileña.
En los Estados Unidos, las trece
colonias iniciales eran autónomas con
lazos directos con la corona y el gabinete británico (1). Nosotros éramos un estado centralizado.
Tampoco había grandes diferencias entre los estados que se dieron con el
desarrollo posterior. En nuestro país Buenos Aires ya era demasiado importante
en 1810 y ese proceso se acentuará con la expansión de sus fronteras hacia el
sur, que compensan la pérdida de Santa Fe y la Mesopotamia. Durante
el siglo XIX los presupuestos de Buenos Aires superan al de las otras
provincias sumados.
Los Estados Unidos, durante las guerras de la
independencia, se dedicaron a ganarla.
El Congreso designó un general para el
ejército, enviados diplomáticos, recaudadores de los fondos. Pero se
postergaron todos los debates sobre las formas de gobierno hasta después. Era
lo que planteaba San Martín, ocuparse de la meta, que era la toma de Lima, sede
del poder del imperio español en Sudamérica.
Pero aquí San Martín fue un
predicador en el desierto, pues las querellas intestinas comenzaron en poco
tiempo, en plena guerra con la corona española.
El Brasil tiene una historia
diferente con la llegada, en 1808, (2) de la familia real portuguesa
acompañadas por ocho mil personas vinculadas a la corte y las más variadas
disciplinas Esto facilitó la centralización del país al fortalecer a Río de
Janeiro como un centro de poder que pudo evitar los distintos intentos de
desmembrar ese vasto territorio. Brasil fue un estado antes de formar una
nación con un proceso de independencia casi sin violencia.
Nosotros tuvimos que esperar al
roquismo para contar con un estado nacional fuerte, aunque desde hace unas
décadas, en proceso de degradación.
Buenos Aires y Montevideo
El primer desafío importante al
centralismo viene de Montevideo, es una cuestión rioplatense donde el tema del
puerto es clave para los conflictos a suscitarse y con amplia repercusión en
toda la cuenca. Fundada en 1724 por el gobernador del Río de la Plata con sede en Buenos
Aires, fue una ciudad fortificada y base de la marina española en el Atlántico.
Su población civil vino de las islas
canarias y era un territorio rico en ganado vacuno. El primer saladero de la
región se instaló a fines del siglo XYIII en la Banda Oriental. Antes de 1810
ya se suscitan conflictos entre ambas ciudades. Buenos Aires se niega a recibir
las mercaderías traídas por los comerciantes ingleses llegados con las
invasiones de sus connacionales y que abarrotaban los depósitos de Montevideo y
sus jefes militares se niegan a acatar la autoridad del virrey Liniers.
Iniciado el proceso de Mayo la
guarnición española y su flota es un peligro
para la revolución que logra la sublevación de la campaña oriental, es
el anuncio de lo que sucederá a partir de 1820, el protagonismo de los sectores
rurales de las provincias. Emerge la figura de Artigas que a partir del
levantamiento del primer sitio de Montevideo, a fin de lograr el retiro de los
portugueses, enfrentará a Buenos Aires y condicionará la participación de los
diputados orientales en la
Asamblea del año XIII a que la capital se instale fuera de
Buenos Aires.
Pero además de condicionar hasta la
capital y la forma de gobierno que no era
más que una tenue confederación (3)Artigas tendrá como prioridad el
enfrentamiento con los portugueses. La dirigencia de Buenos Aires en cambio
tenía claro que el problema era derrotar el poder español, aunque también se
distraía en discusiones sobre las formas de gobierno y proyectos de
constitución.
Lo dice claro Alberdi, Buenos Aires
cuenta con una base de poder que le permite rehacerse rápidamente de las
derrotas y le posibilitará imponerse al resto de las provincias hasta 1880.
Las relaciones entre Buenos Aires y
Montevideo serán claves en los acontecimientos que culminarán con la guerra de
la triple Alianza, recursos enormes y miles de vidas humanas se pierden en esos
enfrentamientos.
Artigas logra disminuir el poder de Buenos
Aires al extender su influencia y dividir la antigua intendencia porteña al
provocando los movimientos autonomistas de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.
Gran parte de la riqueza ganadera
estaba ahí pues la actual provincia de Buenos Aires sólo ocupaba en 1810 una
décima parte de su superficie actual(4)
Los enfrentamientos entre el poder
central y el artiguismo, que ocupó Entre
Ríos, primero con el éxodo oriental y
años después con la segunda invasión portuguesa devastaron esas provincias. Por
otro lado el control de Santa fe era vital para mantener las comunicaciones con
los dos ejércitos nacionales, el del Norte y el de los Andes. Recuperación y
pérdida de las ciudades de Santa Fe y de Paraná se sucedieron durante la
primera década revolucionaria(5).
El avance hacia Buenos Aires que
culmina en la victoria del litoral en la primera batalla de Cepeda es instigado
por Artigas que pretende someter a Buenos Aires para obtener los recursos que
le permitan enfrentar a los portugueses.
El tratado de Pilar entre López,
Ramírez y Buenos Aires no contempla los deseos del jefe de los pueblos libres.
De ahí el rompimiento entre Ramírez y el caudillo oriental, con apoyo de Buenos
Aires en armas y soldados comandados por Lucio Mansilla (6).
Las Provincias Mediterráneas
Cuyo y el Norte estaban ocupados en
la guerra de la independencia, aunque columnas del ejército del norte fueron
empleadas en reprimir sublevaciones en Santiago del Estero como la del coronel
Borges y también colaboraron en controlar a Santa Fe.
En Córdoba alrededor de Javier Díaz
surge una corriente federal doctrinaria y de su universidad saldrán futuros
gobernantes provinciales luego de la crisis de 1820. Córdoba había aspirado a
ser la capital del nuevo virreinato (7).
Contrasta esto con la actitud de
San Martín que convence a Pueyrredón de nombrar en la Intendencia de Tucumán
a Bernabé Aráoz, jefe de la familia más importante de la región, criterio que
aplica para las designaciones de los tenientes de gobernador de San Juan y San
Luis.
La revolución iniciada en Buenos
Aires es un proceso que lleva a la independencia, pero además de la libertad,
se plantea la cuestión de la igualdad, propio de una sociedad como la
rioplatense vinculada al mundo, con relaciones comerciales amplias y abiertas a
gentes, publicaciones, ideas provenientes del exterior.
La participación popular en las
invasiones inglesas fue masiva, la formación de los regimientos criollos tuvo
características revolucionarias, los
soldados eligieron a sus jefes oficiales y suboficiales. Ese ejército
fue una vía de ascenso social y fuente de ingresos para los sectores populares(8).
Esas ideas de igualdad fueron una
de las causas de las dificultades de los ejércitos de la revolución en el Alto
Perú, pues la emancipación de los indígenas barría con las estructuras
económicas que sustentaban la riqueza y el poder de las elites criollas(9).
Proceso que en Bolivia recién se da en estos años.
Aquí vemos otras diferencias con el
desarrollo institucional estadounidense, donde los estados liberales soportaron,
en aras de la unidad, la subsistencia de la esclavitud hasta la guerra civil de
1861.
Finalizando
la década revolucionaria, los sectores populares porteños se sienten
desplazados y se producen revueltas en 1819. En las provincias el estancamiento
económico iniciado en el siglo XVIII, que se agudiza a fines del mismo en
provincias como Catamarca, San Juan y Santiago del Estero dando lugar a fuertes
flujos migratorios hacia el litoral y sobre toda a la campaña bonaerense se
acentúa con las secuelas de la guerra, contribuciones forzosas, levas de
hombres, requisa de animales y el cierre del comercio con el Alto Perú que
había sido el principal mercado durante los primeros dos siglos de la
colonización(10).
En este punto vale aclarar que de
ninguna manera la batalla de Pavón fue el inicio de la decadencia económica de
las provincias mediterráneas. Es un proceso que se desencadena en el siglo
anterior a la revolución de mayo.
La batalla de Cepeda barre con la dirigencia
política revolucionaria. En las sublevaciones de las provincias también son
derrocadas las autoridades con actuación anterior y desaparecen las antiguas
intendencias.
Esas sublevaciones, como las
cuyanas, estuvieron lideradas por oficiales obscuros, de baja graduación que
rápidamente perdieron el poder en manos
de las élites tradicionales.
Poco dura la república de Tucumán
pues Santiago del Estero y Catamarca proclaman su autonomía. ¿Hasta dónde vamos
a dividir? dirá Bustos al enterarse de la proclamación de la autonomía
santiagueña. Se extiende en el tema en una carta que le dirige a teniente
gobernador de Catamarca (11) que considero interesante incorporar;
Carta a José Pío Cisneros del 1° de
mayo de 1820 / teniente gobernador de Catamarca.
“Un territorio o distrito, sea cual
fuere su extensión y población, para considerarse libre e independiente
respecto a otro distrito, debe contar en su seno con todo aquello que haya de necesitar para
constituirse civil, eclesiástica y militarmente. De lo contrario, por
cualquiera de estos tres aspectos tendría que depender de otro país y por, lo
mismo dejaría de ser libre. En lo civil debería contar, cuando no fuese con
literatos, al menos con funcionarios que supiesen llenar sus deberes. En lo
eclesiástico, cuando no con Mitrado al menos con Abad y Párroco de buena
doctrina. En lo militar, con aquella fuerza dotada que en toda circunstancia le
acarrease una respetabilidad al país, que no osasen los otros invadirlo. A más
de esto, debería contar con fondos públicos suficientes para la dotación de
otras instituciones inevitables, que están en el orden del adelantamiento que ,
en ciencias y artes, debemos dar a nuestros Pueblos.
Fuera de estos deberes, que aún no
salen del país del interior independiente, debe asimismo contar con las cargas
de la federación, que tal vez excedan en sus erogaciones a los fondos
invertidos en aquellas. La dieta del diputado en el Congreso o cuerpo
facultativo permanente y la rentas del presidente de este cuerpo, la de sus
enviados plenipotenciarios en cortes amigas, las de la Marina las de la fuerza
terrestre permanecen que hacen al nervio principal de la Nación , son otros tantos
cargos que necesariamente los ha de sobrellevar los distritos federales en
proporción a la población y producción de cada una. Bajo estos supuestos,
dígame usted si Catamarca se halla en aptitud
de ser un país independiente. No me traiga usted por ejemplo La Rioja y Santiago. Yo estoy
persuadido de que estos pueblos en nada menos han calculado que en las cargas
que les esperan (..:)
En este supuesto la libertad de los
pequeños distritos me parece una farsa. Si nosotros, por evadirnos de la
opresión que había declarado hacia los pueblos el anterior gobierno, hemos
tratado de poner a las provincias en libertad y adoptar el sistema federal, que
vemos a traído tantos progresos a Norteamérica, jamás había sido con el
supuesto que nuestras provincias se dislocaran en tal manera, que sus pequeñas
partes no viniesen a tener importancia alguna.
Cuando Norteamérica declaró su
independencia británica, contaba en sus provincias, no tanto con extensión de
tierras yermas, cuando con numerosas poblaciones agricultoras, artísticas y
literatas, adelantando en sus producciones en razón del adelantamiento de su
población. Aquí por el contrario se
trata cada vez menos.
Este ha sido y es mi concepto, mi
amigo, en orden al sistema que he postergado. Por ahora, no hago sino indicar a
usted para que adopte de él lo que quiera”.
Bustos plantea entonces la
“viabilidad” de ciertas provincias. Por otro lado cuando se refiere al
financiamiento de un gobierno nacional, describe un sistema confederal, recursos que aportaran las provincias
proporcionalmente, es el sistema de la confederación que funcionó luego de la
independencia de los Estados Unidos antes de la constitución federal y que
fracasó por no poder recaudar las
contribuciones de cada estado.
Las razones financieras hicieron
que Ibarra, jefe de frontera en Abipones y con intereses ganaderos en la zona
no estuviera de acuerdo con la autonomía de Santiago del Estero, pues los
fondos para sostener la frontera venían de Tucumán, aunque semanas después de
proclamada la autonomía se hiciera elegir gobernador.
Los procesos de división de las
intendencias de Córdoba, Tucumán y Cuyo no tienen nada que ver con los
conflictos entre provincianos y porteños”.
Los Miniestados
En Buenos Aires y el Litoral, desde
Cepeda, se suceden aceleradamente tres hechos, en Buenos Aires el surgimiento
de la provincia y luego de un período de anarquía, el establecimiento del orden
con Martín Rodríguez, y el surgimiento político de Juan Manuel de Rosas con el
respaldo de la campaña El regreso, meses después, de Rivadavia al poder luego
de una larga estadía europea, es otro acontecimiento de vastas repercusiones en
la década. Rivadavia que había partido monárquico, retorna republicano y estará
a cargo del gobierno pues el gobernador suele estar en campaña extendiendo las
fronteras provinciales hacia el sur.
La composición de la legislatura de
Buenos Aires refleja la caída de la clase política revolucionaria; no están los
políticos profesionales, la cámara está integrada por comerciantes y
hacendados. Recién luego de la ley de olvido, llegarán a la legislatura porteña
políticos profesionales como Manuel Moreno, Vicente López y Planes o Manuel
Dorrego. En 1821 se establece en Buenos
Aires el voto universal(12).
En el Litoral Ramírez terminan con
el poder de Artigas al que aspira a reemplazar, organiza la República de Entre Ríos, sus
planes son ambiciosos, aspira a conquistar el Paraguay, Uruguay y Río Grande,
pero es derrotado por Estanislao López. López ha optado por Buenos Aires en
lugar de Montevideo.
En las fronteras del sur aparece
con fuerza el problema araucano. Los restos de la oficialidad española de Chile
invaden las pampas con los araucanos. Al grito de Viva Fernando VII asaltan
pueblos de la provincia de Buenos Aires. También aparecen las indiadas en las
guerras civiles y el disidente chileno Carreras junto con el proscrito Alvear
perturban a la campaña de Buenos Aires con las tribus indias, que participaran hasta la batalla de la Verde cuando las tropas
nacionales derrotan a Mitre, luego de los comicios de 1874.
El gobierno de Pedro Molina en
Mendoza planteará al gobierno de Buenos Aires la necesidad de una “campaña
nacional contra los indios”, ante los ataques araucanos dirigidos por oficiales
españoles(13). Pero el gobierno de Buenos Aires se conforma con avanzar en su
jurisdicción, algo que se reitera con
Adolfo Alsina cincuenta años después.
Bustos había llegado al poder en
Córdoba luego de la sublevación de Arequito, cuando el ejército del norte se
niega a combatir en defensa del Directorio. Toman la misma actitud que San
Martín, ratificada por sus oficiales en el acta de Rancagua. Los oficiales
comprometidos entre los que están Alejandro Heredia y José María Paz pretenden
regresar al frente del norte.
Bustos con el apoyo de
personalidades de Córdoba toma el gobierno de la provincia imponiendo el orden. Alejandro Heredia parte
al norte con algunos efectivos para volver a participar en la guerra contra los
realistas.
José María Paz luego de un tiempo
en Córdoba se instala en Santiago del Estero, donde gobierna Ibarra.
En los llanos de la Rioja surge la figura de
Facundo Quiroga. Hijo de un comerciante y hacendado sanjuanino, primo del padre
de Sarmiento, Facundo colaboró con su padre en sus negocios que lo llevaron en
varias ocasiones a Chile. Los Llanos era de colonización más reciente y más
próspera que la zona tradicional de los valles precordilleranos. El
establecimiento de los Quiroga estaba en la ruta que Cuyo al Alto Perú que
también utilizaban los chilenos para comerciar con aquél mercado(14).
Facundo controlará las provincias
andinas y luego logrará imponerse en el norte. Tendrá buena relación con Bustos
e Ibarra.
A partir de 1820 las provincias se
van dando instituciones, redactan constituciones y reglamentos provisorios,
establecen pactos con promesas de futura constitución de un gobierno nacional,
toman contacto con países limítrofes y con Bolívar como Bustos e Ibarra, del
que obtienen fondos que no llegan por ser interceptados en Salta(15).
Está pendiente la finalización de la guerra de
la independencia y el problema de la Banda
Oriental , donde el flamante Imperio del Brasil la ha anexado
como provincia y lograr el
reconocimiento internacional, sobre todo el de Inglaterra que es la
clave por su poder naval para impedir el envío de fuerzas militares desde la
península. Precisamente en 1820 se produce la revolución liberal española, en
la que se sublevaba el ejército de veinte mil soldados destinados a la invasión
del Río de la Plata.
La monarquía constitucional que, por poco tiempo regirá en España,
tratará de negociar con nuestros países(16).
El gobernador de Santa Fe propone a
los gobernadores formar un ejército para liberar al Uruguay, salvo en Mendoza
no encuentra respaldo en ninguna provincia, ni siquiera en Entre Ríos donde el
nuevo gobernador el general Lucio Mansilla no quiere arriesgarse a un conflicto
con los portugueses y luego con los brasileños.
El gobernador Bustos plantea la
formación de otro ejército del norte para colaborar con la campaña de San
Martín en el Perú. Tampoco obtiene respaldo de nadie y menos en Buenos Aires
donde se busca el reconocimiento de la independencia con negociaciones con el
nuevo gobierno liberal español. Sin los recursos de Buenos Aires es imposible formar
una fuerza de línea para invadir el Alto Perú. Solamente parte Alejandro
Heredia para Salta con algunos efectivos que facilitan Bustos y Tucumán.
Hay un hartazgo de guerra, las
economías están destruidas. Buenos Aires inicia una etapa de reformas y
modernización formando una administración eficiente poniendo orden en las cuentas. Se baja
drásticamente el presupuesto militar, con los fondos liberados se financian
diversas iniciativas. Se quiere evitar conflictos exteriores, la provincia
cuenta para si misma con los recursos aduaneros.
Este sistema de miniestados que se
financian con derechos de paso y aduanas interiores trae complicaciones a las
economías provinciales.
Las plantea claramente el
gobernador de Mendoza Pedro Molina por carta al gobierno de Buenos Aires y enviando después a su ministro Tomás Godoy
Cruz, pues los productos de la provincia además de las altas tarifas de
transporte debían pagar impuestos en San Luis, Córdoba, Santa Fe Buenos Aires, no pudiendo competir con los
vinos europeos en precio(17).
El transporte y las tarifas
aduaneras interiores serán un obstáculo en el desenvolvimiento económico de las
provincias mediterráneas para colocar sus producciones en el mercado porteño y
en el exterior. Por otro lado hará de barrera para ciertas importaciones que
con la llegada del ferrocarril, medio siglo después, barrerán con las primitivas industrias locales.
Pero el ferrocarril dio viabilidad a las economías regionales.
En Buenos Aires surgen problemas
con las reformas eclesiásticas del gobierno de Martín Rodríguez. La radicación
de extranjeros, sobre todo ingleses y escoceses y el tratado de reconocimiento
de la independencia por parte de Gran Bretaña, llevaron a autorizar la apertura
de templos protestantes como asimismo de un cementerio de disidentes. Los
testimonios de viajeros y comerciantes ingleses de la época describen una
sociedad tolerante con otras iglesias cristianas (18). Las reformas
secularizando conventos y fijando normas disciplinarias eran necesarias.
En las provincias andinas el
problema fue de mayor repercusión,
Salvador María del Carril, joven gobernador de San Juan en la Carta de Mayo, aprueba la libertad
de cultos, aunque en la provincia solamente había un protestante. .
Esta decisión, provocó una reacción que movilizó a las poblaciones de las campañas de las provincias andinas. Emerge así la figura de Facundo Quiroga con su lema “Religión o Muerte”.
Esta decisión, provocó una reacción que movilizó a las poblaciones de las campañas de las provincias andinas. Emerge así la figura de Facundo Quiroga con su lema “Religión o Muerte”.
Para el pueblo la cuestión de las
formas de gobierno eran abstracciones, los conceptos de unitarios o federales
no les decían mucho, pero los sentimientos religiosos estaban muy adentro de la
cultura de estas poblaciones, eran con la lengua la herencia de la conquista y
la colonización hispana.
Quiroga tiene un consejero
intelectual, el clérigo Pedro Castro Barros, unitario, pero que saldrá a
predicar por todos los pueblos parajes
de Cuyo, el Norte y Córdoba contra los herejes. Federal pasa a ser sinónimo de
hombre de fe, unitario de hereje en la percepción de los pueblos.
Por eso Quiroga dirá en su
correspondencia, “Soy unitario por convicción, pero sigo la opinión de los
pueblos”.
Facundo tiene otro motivo de
enfrentamiento con Rivadavia que ha regresado al país de un nuevo viaje a Gran
Bretaña por las minas de plata de Famatina. Se esperaba que ese cerro riojano
fuera otro Potosí, una sociedad provincial lo explotaba y acuñaba moneda.
Rivadavia lo concede a una empresa inglesa pero Quiroga, a su vez, le hace
otorgar la concesión a un consorcio que integra con Braulio Costa y la Barings Brothers.
Es una controversia de actualidad, porque Rivadavia para otorgar la concesión
en la ley de creación de la presidencia nacionaliza las minas, temas
jurisdiccionales que resuelve la reforma constitucional de 1994 y ahora el
gobierno nacional pretende modificar por ley. La historia y la política se mezclan.
Su amigo uruguayo Santiago Vázquez,
uno de los convencionales del Congreso que sanciona la constitución de 1826
había obtenido de Rivadavia el
nombramiento de Quiroga como general del ejército nacional.
Los despachos correspondientes le
llegaron con el texto constitucional aprobado, que devuelve sin abrir. Años
después, en Buenos Aires, no oculta su arrepentimiento por no haber aceptado la
designación participando de la guerra con el Brasil y la propia constitución.
Es que consultadas las provincias
sobre el régimen a adoptar La
Rioja , donde nada se decidía sin consultar a Quiroga se
pronuncia junto a Tucumán, Salta y Jujuy, aún parte de Salta por el unitarismo.
Las provincias de Catamarca, San
Luis, Corrientes, la Banda Oriental
y Tarija por lo que decida el Congreso. Buenos Aires y Misiones no se
pronuncian.
Las provincias que se pronuncian a
favor del unitarismo hacen la salvedad que quieren “conservar sus
instituciones”.
El Congreso de 1824
A pesar de las opiniones de las
provincias diputados de provincias de tendencia unitaria se inclinaban por el
Federalismo como el caso de Alejandro Heredia representante por Tucumán o por
el contrario votaron por el unitarismo diputados santiagueños como Félix Frías
o Antonio Taboada.
La creación de la presidencia y la
designación de Bernardino Rivadavia no es aceptada en el interior- La división
de la provincia de Buenos Aires, declarando capital una extensión que
comprendía una superficie similar al área metropolitana de Buenos Aires y la
formación con el resto del territorio, de dos nuevas provincias, apartó del
partido del orden a Juan Manuel de Rosas. La implantación del voto calificado
en la nueva constitución, provocó la
reacción del referente partido popular, el coronel Manuel Dorrego.
Para complicar más el panorama
Aráoz de Lamadrid, enviado a reclutar tropas en el norte para el ejército
nacional destinado a la guerra contra el Brasil, derrocó al gobierno de Tucumán
e invadió Catamarca, provocando enfrentamientos que ganó Quiroga y lo convirtió
en el jefe del Norte y de Cuyo. Lamadrid trató de acordar con el caudillo
riojano planteando la unidad de norteños y cuyanos contra porteños.
Los acontecimientos de la guerra
con el Brasil, la crisis provocada por el bloqueo naval que agotó los recursos,
la falta de cooperación de las provincias en la guerra con la excepción de
Salta que envió un fuerte contingente al mando de José María Paz y fuerzas
santafesinas y entrerrianas derrumbaron la presidencia. Buenos Aires recuperó
su autonomía y se planteó la reunión de una Convención en Santa Fe para
organizar el país sobre la base del federalismo.
El derrocamiento y fusilamiento de
Dorrego encenderá nuevamente la guerra civil. Quiroga le escribe a Paz cuando éste
con una parte del ejército nacional que ha combatido en el Brasil, derrota a
Bustos y asume el poder en Córdoba: “Tendremos que pelear una vez de manera que
uno de los partidos quede derrotado para siempre así terminamos con las peleas
permanentes”. Algo parecido opina San Martín en carta a su amigo Tomás Guido. La
muerte de Dorrego le deja abierto el camino al poder a Juan Manuel de Rosas.
En los enfrentamientos entre
unitarios y federales las luchas fueron muy cruentas y ambos bandos ejecutaron
actos de salvajismo, degollando, fusilando y saqueando. También hubo actos de
caballerosidad como Pancho Ramírez retrocediendo para salvar a su compañera, la Delfina o Manuel Taboada
invitando al coronel Manuel Lobo a combate singular, para salvar las vidas de
las tropas en el combate de las Tacanitas al que mata, en una escena propia del
romance antiguo.
En los dos partidos hubo personas
con educación y en la mayor parte de los casos eran del mismo origen social.
Los parientes de Sarmiento, los Oro, eran federales. Bustos fue al Colegio de
Monserrat y no ingresó a la Universidad por su
incorporación al ejército. Heredia era doctor en ambos derechos y también era
graduado en Córdoba Pascual Echagüe. Estanislao López inició su carrera como
soldado raso pero en su gobierno además de Echagüe contaba con el doctor Seguí,
padre del colaborador de Urquiza, el doctor Crespo y otros. No era el caso de
Ibarra, que sólo concurrió un año al Colegio de Monserrat y nunca mostró
inclinación por los estudios, no fundó ninguna escuela en treinta años de
gobierno y no mandó a ningún joven a estudiar en Buenos Aires o en la Concepción del Uruguay
con las becas del gobierno de Buenos Aires y de Urquiza respectivamente.
Buenos Aires promueve la Confederación
El general Paz tiene problemas en
su provincia, las poblaciones no le son afectas y Bustos ha buscado refugio en la Rioja. Dos grandes batallas y
dos terminantes derrotas de Facundo Quiroga frente a un general que había
ganado sus ascensos en las guerras de la independencia y del Brasil..
Antes de la Tablada Paz le propuso
un acuerdo a Quiroga, era la unión de las provincias mediterráneas para
enfrentar las pretensiones de Buenos Aires de hegemonía, como Lamadrid, lo
había planteado años antes.
La mayor parte de las élites
locales se amoldan a la nueva situación. Es llamativo sobre todo en el norte
como las personas más educadas serán ministros o legisladores tanta en
gobiernos federales como unitarios.
Pero Paz tiene dificultades en el
control de la ruralidad y también sufre la escasez de recursos y la falta de
acceso al atlántico.
Buenos Aires con Santa Fe, Entre
Ríos y Corrientes firman el pacto federal; ha reconstituido de hecho la vieja
gobernación intendencia apoyada en su ejército y en sus recursos y ha decidido
no compartirlos con nadie, con el argumento que se encarga de las relaciones
exteriores.
La caída de Paz trae a la órbita
del litoral a Córdoba, pues los Reynafé responden a Estanislao López, esto
debilita a Quiroga que recupera el
control del norte y de Cuyo.
Con su triunfo en la batalla de la Ciudadela , en Tucumán
nuevamente sobre Aráoz de Lamadrid, queda vencido el partido unitario. Sin
embargo el país no se da instituciones federales. Quiroga las reclama pero con
su muerte el interior profundo pierde fuerza.
Cuando Facundo emprende el regreso desde el
norte en el viaje donde encuentra la muerte logra que se firme el pacto de
Santiago del Estero, donde el norte se pronuncia por la organización
institucional, es la respuesta a la carta de la Hacienda de Figueroa en
la que Rosas difiere toda idea constitucional, posición que mantendrá en su
largo exilio como lo ratifica en su correspondencia con palabras despectivas
hacia los mismos gobernantes que el mismo sostuvo en las provincias, no muy
diferentes a la de otros porteños años después ante los presidentes oriundos del
interior.
La muerte de Quiroga trae como
consecuencia el retorno de Rosas al poder y el nombramiento en Córdoba de un
gobernador adicto. Cada vez más intervendrá el gobernador de Buenos Aires en la
elección de los gobernadores. López está enfermo y muere en 1838. Alejandro
Heredia es asesinado poco después y se derrumba su construcción norteña, pues
también había restablecido en parte la vieja intendencia de Tucumán como
Protector del Norte, reconocido por Catamarca, Salta y Jujuy, además de su
provincia natal. Ibarra, el único de los caudillos de 1820, que sobrevive en el
poder hasta su muerte en 1850
a partir de las muertes de Quiroga y Heredia, se
someterá totalmente a Rosas.
Rosas cuyo prestigio crece en
Buenos Aires con su campaña al desierto, que expande las fronteras bonaerenses
pero no concluye con el problema de las fronteras interiores, al punto que
el camino a Mendoza se alarga en más de
trescientos kilómetros con relación a 1810 por los ataques de las tribus
araucanas que se asientan en el desierto, con la venia del gobernador, basa su
poder en su popularidad en el pueblo de la provincia, la adhesión de las clases
productoras y mercantiles que quieren orden, en el monopolio portuario y un
fuerte ejército. Otro elemento importante es el estado de guerra permanente que
utiliza para generar adhesión local y nacional.
Es el tiempo de la confederación,
curiosa pues no es igualitaria. Los recursos de la aduana de Buenos Aires
benefician exclusivamente a la provincia pero agrega el monopolio, prohibiendo
a las provincias ribereñas del Paraná y el Uruguay comerciar con el exterior.
Los intereses del litoral coinciden
por los porteños en cuanto a una estructura económica vinculada a los mercados
mundiales con la exportación de productos ganaderos, cueros y tasajo, y abierta
a la importación de manufacturas que mejoran el nivel de vida de la población
por el abaratamiento que produce la revolución industrial.
Las provincias mediterráneas
vegetan en economías de subsistencia, los fletes y las aduanas interiores
impiden la conversión de sus actividades artesanales en industrias. El azúcar
tucumano abastece a su provincia, el vino cuyano disminuye su producción y
Mendoza tendrá como actividad principal la venta de ganado en pie a Chile.
La ley de aduanas de Buenos Aires
presentada como un programa de promoción industrial no tenía efecto en el
interior y en Buenos Aires duró poco tiempo por los reclamos de Gran Bretaña. Buenos Aires tenía problemas de
escasez de mano de obra, por lo tanto en el primer gobierno y luego en el
segundo Rosas reimplanta el tráfico de esclavos pero retrocede ante las
presiones inglesas( 19).
Rosas, Conflictos civiles y exteriores
El enfrentamiento con el mariscal Santa Cruz,
que ha organizado la Confederación
Peruano Boliviana, reconstruyendo así, el virreinato peruano
en los límites anteriores a 1776 es el primer conflicto externo pero vinculado
a la política interna de Rosas.
Chile preocupado por el equilibrio
regional negocia con Rosas una Alianza. Por su parte el gobernador porteño ve
en la Confederación
una base para los unitarios del norte exiliados en esas tierras pero sobre todo
una oportunidad para fortalecer su poder interno. Por lo tanto incita y
promueve la guerra con promesas al norte de recuperar hasta Potosí, pero no envía
tropas, su aporte son unos pocos pesos y algún armamento.
En el noroeste había ambiente para
anexar algunos territorios bolivianos, pues algunos dirigentes veían en el
acceso a sus riquezas mineras, la posibilidad de equilibrar el poder de Buenos
Aires, riesgo que también advertían políticos porteños como Tomás de Anchorena,
que estando en Potosí ante la retirada del ejército del norte luego de las
derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, reclama la destrucción de sus minas, porque esa riqueza puede servir para
enfrentar a Buenos Aires, según relata en sus memorias, el general Paz(20).
Alejandro Heredia asume el comando
de las fuerzas del norte que enfrentan a los soldados de Santa Cruz, comandados
en el frente argentino por un general de origen alemán. Se logran éxitos en la Puna de Atacama pero una
severa derrota en las cercanías de Tarija, impiden tomar la ciudad y provocan
el repliegue de las fuerzas tucumanas. No se cuenta con recursos y la guerra se
gana por las victorias chilenas siendo la batalla de Yungay la decisiva. Rosas al
no reclamar la devolución de Tarija contraría los deseos del norte; el clima
para la formación de la coalición del norte se acentúa.
Una serie de acontecimientos se
enlazan entre conflictos civiles y exteriores y dentro de los exteriores
debemos distinguir los suscitados con países limítrofes donde las
nacionalidades distintivas, salvo en Chile aún no se han consolidado con los problemas con las
potencias europeas.
En los años que transcurren desde
el retorno de Rosas al poder y Caseros se confunden unitarios y federales.
Los gobernadores del norte, de
origen federal, junto con unitarioa enfrentarán a Rosas, lugartenientes de
Quiroga como Peñaloza, formarán parte de los ejércitos unitarios como en San
Luis los hermanos Saá y en Catamarca Felipe Varela, En el Uruguay conviven los
sobrevivientes del unitarismo, con los lomos negros del federalismo y lo mismo
sucede en Chile donde la
Comisión Argentina la preside el General Las Heras, exiliado
desde la supresión de la autonomía de la provincia de Buenos Aires, por la Ley de creación de la
presidencia que encumbra a Rivadavia,
Los conflictos de otros países se
mezclan con los nuestros. Así los enfrentamientos entre Blancos y Colorados en
el Uruguay se interrelacionan con los de unitarios y federales donde no faltan
viejos proyectos de nuevos estados. Es el caso de Fructuoso Rivera que sueña
con una República integrada por la Mesopotamia , Río Grande y el Uruguay, que fue
también una aspiración de Pancho Ramírez y tentación de Urquiza así como
después de Caseros se planteó la
República del Plata, integrada por Buenos Aires y el Uruguay,
promovida por Valentín Alsina y Mitre.
Los generales uruguayos Oribe y
Garzón encabezaran las fuerzas de Rosas
que operan contra Lavalle y la coalición del Norte. A sangre y fuego se reprimió y el botín obtenido le
posibilitó a Oribe financiar el ejército que sitió Montevideo por nueve
años con el aporte de ocho mil soldados
argentinos(21).
El otro problema era el Paraguay,
muerto Gaspar de Francia, el nuevo gobierno pretende romper su aislamiento y
sugiere una posibilidad de confederación con las provincias argentinas, pero
Rosas quiere que se convierte en una provincia más y le enumera en una carta a
Carlos López las ventajas del monopolio portuario de Buenos Aires, que evitará
la llegada de extranjeros y sobre todo de protestantes a esa región, algo que
sufren los porteños que tiene que tolerar la apertura de templos de otra
religión. Para intentar romper el aislamiento el Paraguay busca alianzas con Corrientes
y por otro lado se abre al Brasil que reconoce su independencia.
El viaje por tierra desde Río de
Janeiro al Matto Grosso insumía casi un año. Por eso al Brasil le era
indispensable la comunicación con esos
territorios por el Paraná y el Paraguay.
Los conflictos con potencias
europeas nunca llegaron a la ruptura de relaciones. En el caso de Francia ese
reino pretendía el mismo trato para su comercio y los residentes de ese origen
que el obtenido por los ingleses.
En el conflicto de la Vuelta de Obligado hubo
errores de cálculo de los comerciantes ingleses que creyeron en una mayor
capacidad de compra de las poblaciones ribereñas. Rosas, con el conflicto externo, logró adhesión
popular y el reconocimiento regional de un defensor de la independencia sudamericana.
El bloqueo posibilitó a la provincia
de Entre Ríos comerciar con el exterior por intermedio de Montevideo, donde
transbordaban los pequeños barcos fluviales a los que llevarían los productos
al exterior. Esto generó prosperidad en la provincia y un importante superávit
en las finanzas del gobierno. Esto en medio de las protestas de Buenos Aires,
concluido el bloque anglo francés Rosas impuso la prohibición de ese comercio.
Urquiza ya no tuvo dudas que tenía
dos caminos, la construcción de un nuevo
estado o desplazar a Rosas del poder para terminar con el monopolio portuario.
De los conflictos de los años
veinte Rosas machacaba con la federación y la religión, Viva la Santa Federación , Mueran los
Salvajes e Impíos Unitarios era el lema, “santa” e “impíos” fueron palabras
claves, a pesar que no tuvo problemas en echar a los jesuitas, que habían
regresado con la rehabilitación de la orden, por negarse a colocar su retrato
en la iglesia.
Los intelectuales de la organización del país
Serán dos hombres de la Argentina profunda, de
las provincias mediterráneas, un tucumano y un cuyano los pensadores más
importantes no sólo de la Argentina
sino del mundo hispano del siglo XIX, Alberdi y Sarmiento. Uno tiene estudios
formales, ha pasado por la universidad, el otro es un autodidacta, ha sido
víctima de los acomodos, que impidieron que su ingreso al Colegio de Ciencias
Morales.
Alberdi es de la familia Aráoz la
más importante del Tucumán de las primeras décadas de la independencia.
Sarmiento tiene ascendencia de los conquistadores pero de esas familias venidas a menos, en una
provincia empobrecida. Los dos conocen el mundo, uno rehúye la acción, el otro
une pensamiento y acción.
Sarmiento ha estado en la batalla del Pilar, en las cercanías de la plaza de Godoy Cruz, en la que pierde la vida Narciso de Laprida, “cuya voz proclamó la independencia tal vez en busca de su destino sudamericano” como escribiera Jorge Luis Borges en su poema conjetural. Su parentesco con los Oro, sobre todo con Domingo, un intelectual federal, le ha salvado la vida en varias ocasiones logrando calmar al mismo Facundo, su primo lejano, que en visita a Doña Paula le advierte que lo fusilará.
Sarmiento ha estado en la batalla del Pilar, en las cercanías de la plaza de Godoy Cruz, en la que pierde la vida Narciso de Laprida, “cuya voz proclamó la independencia tal vez en busca de su destino sudamericano” como escribiera Jorge Luis Borges en su poema conjetural. Su parentesco con los Oro, sobre todo con Domingo, un intelectual federal, le ha salvado la vida en varias ocasiones logrando calmar al mismo Facundo, su primo lejano, que en visita a Doña Paula le advierte que lo fusilará.
Eran tiempos violentos y debemos
reiterar que hubo salvajismo y rapiña por parte de los dos bandos porque como escribiera en el
“Juicio del Siglo Joaquín V. González “En el siglo pasado imperó la ley del
odio”, un mal que no ha desaparecido del todo.
Sarmiento escribe en 1850 Argiropolis,
del que se recuerda la propuesta para ubicar la capital de la confederación con
el Paraguay y el Uruguay en Martín García pero se destaca menos la idea de
confederar a los estados del plata, destinada a evitar conflictos y los
derroches de vidas y recursos, como sucedió con las guerras civiles que se prolongaron después de
Caseros y la guerra con el Paraguay.
Sarmiento da por muerto al partido
unitario, ya no piensa en el general Paz como el hombre que logrará la derrota
de Rosas y la organización nacional y antes del pronunciamiento anuncia
que la figura es Urquiza.
Sarmiento desmenuza los enormes
gastos en dinero y sangre de los conflictos y lo contrapone con los temas no
resueltos “ocho mil soldados argentinos sitian Montevideo infructuosamente
desde hace ocho años, dice, que podían haber terminado sometiendo a los indios
y llevar la civilización hasta el estrecho de Magallanes y ocupar el Chaco”.
Alberdi advierte que Rosas logra lo que no pudo Rivadavia, someter a las provincias al control de Buenos
Aires y escribe las Bases y Puntos de Partida para la Organización
Nacional que incluye un proyecto de constitución que envía a Urquiza.
Menos conocido, pero a mi juicio más importante es “El sistema Económico y Rentístico
de la
Confederación Argentina ”.
Ambos pensadores coinciden en
buscar una conciliación entre las autonomías provinciales y la formación de un
poder nacional fuerte capaz de encarrilar al país en la senda del progreso.
Educación popular, inmigración, ferrocarriles, unión aduanera suprimiendo las
aduanas interiores, la navegación de los ríos, todo un programa para terminar
con la pobreza del interior.
La actitud ante Urquiza luego del
triunfo de Caseros genera entre estos dos personajes, nacidos con la patria, la
más formidable polémica del siglo XIX ante la defensa del entrerriano por parte
de Alberdi y los temores de Sarmiento del encumbramiento de un nuevo Rosas. Al
que se agrega la discusión sobre las prioridades educativas, uno por la calidad
de los colegios secundarios y la universidad y el sanjuanino por la primaria,
“Leer, abogado Alberdi, eso hace falta, un minero de Copiapó gana 14 pesos, pero
el mismo obrero inglés cuarenta porque saber leer, para arar la tierra hay que saber
leer”. Polémica profunda pero sin ahorrar epítetos, agravios e insultos.
Caseros
La batalla de Caseros fue breve.
Rosas no intentó atacar Entre Ríos,
cuando Urquiza, marchó contra los sitiadores de Montevideo, ni hostigó al
ejército grande, en su avance hacia Buenos Aires.
Urquiza fue un gran político,
además de tener condiciones militares que le reconocía el general Paz y una
gran capacidad para los negocios.
Urquiza no se pone al servicio de
los viejos unitarios, algunos de los cuales como se dijo de los Borbones “no
habían olvidado ni aprendido nada en el exilio”. El caudillo entrerriano busca la conciliación de
los argentinos y por eso promueve el acuerdo de San Nicolás con los
gobernadores de Rosas para convenir la organización del país y de inmediato
hacerse cargo de los asuntos de la confederación.
El problema es que Buenos Aires no
renuncia a la Aduana
y organizar al país, en función de sus intereses. Poco después de Caseros el
abrazo en el Teatro Coliseo entre Lorenzo Torres, político rosista y el
unitario Valentín Alsina, sella la unidad porteña en torno a sus intereses localistas. El 11 de
septiembre derrocan al general Galán, gobernador que sucedió a Vicente López y
Planes y la ciudad es sitiada.
Buenos Aires forma su “guardia
nacional”, será la base de su poder militar hasta la federalización y la
disolución de las milicias provinciales. Es una fuerza urbana que se libra del
poder de la campaña, los gauchos sólo son reclutados para dispersarlos en los
fortines. Alcanza tal prestigio que será imposible por largo tiempo hacer
política, en la ciudad de Buenos Aires sin pertenecer a “la guardia”.
Las 13 provincias, denominadas
calificadas como los trece ranchos, aprueban la Constitución en 1853
y al año siguiente Justo José de Urquiza asume la presidencia en Paraná,
capital provisional. Un grupo importante de porteños de gran valía intelectual
viaja a esa ciudad a colaborar con el estadista entrerriano, serán conocidos
como los “Hombres del Paraná”,
Allí en Entre Ríos, gracias al
impulso y la generosidad de Urquiza, se funda el Colegio de Concepción del
Uruguay, del que saldrá la generación del ochenta.
Al principio de la exposición
planteaba las diferencias con los
Estados Unidos y una importante fue que las discrepancias no llevaban al odio,
incluso los intentos de secesionistas como el de la Confederación de la Nueva Inglaterra en 1812 o los
proyectos de formar un estado con la Luisiana , territorios del Oeste y México. Sólo en
la guerra civil de 1861 habrá odio.
En Cepeda, vence Urquiza al Estado
de Buenos Aires, se accede a una revisión de la constitución por parte de los
porteños con reformas que se incorporan en la Convención de 1860. Sin
embargo el gobierno de la provincia demora el tema de la Aduana ofreciendo un
subsidio de 750 mil pesos a la
Nación de los ingresos aduaneros. A este problema clave se
agrega la violencia desatada en San Juan, provocando otro conflicto que culmina en la Batalla de Pavón.
Urquiza se retira del campo de
combate luego de batir a la caballería de Buenos Aires. Ha tenido problemas con
su sucesor el cordobés Derqui.(23) .
Urquiza se retira a Entre Ríos, después de todo, los intereses del litoral son los mismos que los de Buenos Aires y la libre navegación de los Ríos ha eliminado el conflicto entre estas provincias. El ferrocarril de Córdoba a Rosario que se iniciará poco después ya en la presidencia de Mitre acerca a Córdoba a esta región,la Córdoba
de las estancias serranas y los cultivos por regadío es sustituida por la
expansión de sus fronteras y la mejora del transporte, por la que produce
cereales y ganado de calidad exportable.
Urquiza se retira a Entre Ríos, después de todo, los intereses del litoral son los mismos que los de Buenos Aires y la libre navegación de los Ríos ha eliminado el conflicto entre estas provincias. El ferrocarril de Córdoba a Rosario que se iniciará poco después ya en la presidencia de Mitre acerca a Córdoba a esta región,
Es en las regiones más pobres y
atrasadas del país mediterráneo donde se resiste a la nueva situación, con las
rebeliones de Peñaloza, primero y Felipe Varela después, siempre esperando que
Urquiza se rebele como si este hombre que organizó el país e inició el camino
del progreso y que buscó desde Caseros la paz y la unidad nacional pueda
contradecir su obra.
Urquiza sacrifica su liderazgo, su
protagonismo legítimo cuidando su obra pues sabe bien, como lo sufrió con la escasez de
recursos de la
Confederación , que sin Buenos Aires es imposible construir un
gran país. Por eso resistirá en los años posteriores a Pavón todas las tentaciones para sublevarse o para organizar
un nuevo estado sobre la base de la Mesopotamia.
Poco antes de su asesinato se
reconcilia con Sarmiento. Su actitud con Rosas, al que le restituye los bienes
confiscados con un decreto que muestra su respeto por los derechos individuales
es generosa, pues cuando la provincia segregada le vuelve a confiscar las
propiedades al ex gobernador le remite una fuerte suma de dinero. A partir de
ahí estos dos hombres que solamente se vieron una vez en 1838 establecen una
correspondencia amistosa al punto que Rosas creyó que Urquiza tal vez tendría
que exiliarse y pasarían su vejez juntos(24).
Esas actitudes le costará la vida,
algo que presentía como lo escribe en un carta.
Vencido Ángel Vicente Peñaloza,
asesinado por las tropas nacionales con la guerra del Paraguay surgirán nuevos
conflictos como la revolución cuyana de los colorados y el levantamiento de
Felipe Varela. Para sofocarlo hubo que traer tropas del Paraguay y para fines
de 1867 con la muerte de Marcos Paz, el propio Mitre debe abandonar su comando
en el Paraguay para ejercer la presidencia.
En Cuyo las fuerzas nacionales
derrotan en San Ignacio a los hermanos Sáa de San Luis. Pocos días después
Antonino Taboada con tropas santiagueñas inflige una derrota decisiva a Felipe
Varela en Pozo de Vargas. La unidad nacional es salvada y con ello un proyecto
de país que busca el progreso. En las fuerzas de Varela hubo una fuerte
presencia de efectivos chilenos. Precisamente estos hechos prolongaron la
guerra externa pues Solano López tenía esperanzas en el triunfo de los
caudillos y en las ofertas bolivianas de mandarle 100 mil soldados, anuncios
que no pasaron de las palabras. Con los Taboada Santiago del Estero tuvo
protagonismo en el norte pues su influencia llegó a la política de Tucumán, la Rioja y de Catamarca, algo
que no sucedió con Ibarra, que siempre estaba de segundón(25).
Esas rebeliones como las de López
Jordán no tenían viabilidad. En los campos de batalla del Paraguay se forja el
ejército nacional que se pone al servicio de los intereses nacionales y respeta
las instituciones; por otra parte el acelerado crecimiento económico, el
ferrocarril y el telégrafo y los nuevos armamentos cambian las relaciones de
fuerza tanto en los conflictos civiles como en la expansión del territorio
nacional ocupando los espacios vacíos triplicando así la superficie ocupada
efectivamente del territorio nacional.
Mitre ha quedado al frente de la Nación , pero Sarmiento no
es su continuador político, no fue su
candidato y por cierto menos Avellaneda,
cuyo triunfo no aceptó como tampoco aceptó el de Roca pues sus partidarios
decían que “doce mulatillos del interior”, en referencia a los gobernadores que
Avellaneda organizó como parte del partido nacional, que se convirtió en el
Autonomista Nacional, con la incorporación de Adolfo Alsina al mismo.
La culminación del proceso es la
federalización de Buenos Aires que fortalece el poder nacional por el de Buenos
Aires. Es la obra de Avellaneda y Roca, respaldada por las provincias y los
porteños más lúcidos. Las viejas disputas son un anacronismo y un generación es
reemplazada.
Roca produce la síntesis
superadora, lo apoyan viejos urquicistas, los sobrevivientes de la revolución
de los colorados, rosistas como Bernardo de Irigoyen o un viejo unitario como
su vicepresidente Madero.
Tres mil muertos es el costo de la
federalización de Buenos Aires, entre ellos muchos soldados cordobeses y
santiagueños.
“Ya que lo quieren así sellaremos
con sangre y fundiremos con el sable, de
una vez para siempre, esta nacionalidad argentina que tiene que formarse como
las pirámides de Egipto y el poder de los Imperios a costa de la sangre y el
sudor de muchas generaciones. Es posible que esté reservada a la nuestra el
último esfuerzo y la coronación del edificio” escribe Roca en carta a Dardo
Rocha, uno de los porteños que lo apoyan. En otra carta a Rocha, triunfante en
los comicios pero dispuesto a renunciar a su candidatura a favor de Sarmiento si este se compromete a federalizar
Buenos Aires le dice: “Sarmiento me
parece que no se ha de resistir a la gloria de fundar la capital del imperio
argentino haciendo una ciudad modelo en América del Sur”(26)
Así con grandeza, con confianza en
el porvenir comenzaba la nueva generación, dejando atrás los enfrentamientos
del pasado la generación del ochenta, hijos todos de la adversidad, educados en
su mayor parte en el colegio de la Concepción del Uruguay. Fue un genuino patriciado
que fundó el estado argentino.
Notas:
1) Samuel Eliot Morrison, Henry Slule
Conmmiger, Williams E. Lencltenburg
“Historia de los Estados Unidos” Fondo de Cultura Económica – 1974
2)
Laurentino Gomez “ 1808” Planeta ( Brasil) 2008
3)
Tulio Halperín Donghi “ Revolución
y Guerra, Formación de una Elite Dirigente
En la Argentina Criolla ” Siglo XXI 2004
4)
Carlos Mayo “Estancia y Sociedad
en la Pampa.
1740 – 1820”
Biblos – 2006
5)
Tulio Halperin Donghi, idem
6)
Jorge Abelardo Ramos “ Las Masas y
las Lanzas” Ed Continente- 2011
7)
Prudencio Bustos Argañaraz “ El
Gobernador Bustos y su Lucha por la Constitución ” Edición
de autor-2000
8)
Gabriel Di Meglio “Historia de las
Clases Populares Argentinas” Sudamericana - 2009
9)
Tulio Halperin Donghi idem
Isidoro Ruiz Moreno “ Campañas
Militares Argentinas”
10)
Daniel Larriqueta “La Argentina Renegada ” Sudamericana – 2008
11)
Prudencio Bustos Argañaraz iden
12)
Daniel Larriqueta “la Argentina Imperial ” Sudamericana -2008
13)
14)
Silvestre Peña y Lillo “Facundo Quiroga en
Cuyo” Peña y Lillo- 1981
15)
Carlos Escudé- Cisneros “Historia de las
Relaciones Internacionales de la
Argentina ” Cari 2002
16)
17)
Cartas del gobernador de Mendoza Pedro Molina
a Martín Rodríguez y a Rivadavia y misión de Godoy Cruz a BsAs en “Facundo
Quiroga en Cuyo”
18)
George Thomas Love “Cinco Años en Buenos Aires
1820 /1825” Ed Claridad 2014
19)
Gabriel Di Megio “Mueran los Salvajes
Unitarios, la Mazorca
en Tiempos de Rosas” Sudamericana 2010
20)
General José María Paz “ Memorias del General
Paz”
21)
Domingo Faustino Sarmiento “Argirópolis”
Emece- 2010
22)
Luis Alem “Historia de Santiago del
Estero” Plus Ultra. 1992
23)
Daniel Larriqueta “Gracias A Pavón” Sudarmericana / Thomas Whigham “La Guerra de la Triple Alianza ” volumen 1 Taurus 2010
24)
Julio Irazusta “ Vida Política de Juan Manuel de Rosas a Través de su Correspondencia” Jorge Llopis
1975
25)
Roberto Azaretto Conferencia en el Instituto Urquiza “Los
Taboada y Urquiza”
26)
Carta de Julio Roca a Dardo Rocha incluída en
Jorge Abelardo Ramos “ Del Patriciado a la Oligarquía ” Peña y Lillo -
Ediciones Contiente 2013
Bibliografía:
Carlos Mayo
“Estado y Sociedad en la
Pampa ” Biblos 2004
Raul Fradkin – Juan Carlos Garavaglia “El Río de la Plata entre los Siglos XVI
y
XIX” Siglo XXI 2009
Silvestre Peña y Lillo
“Juan Facundo Quiroga en Cuyo”
Edición Peña y Lillo
1981
Raúl Fradkin- Juan Carlos Garavaglia “ En Busca de un Tiempo Perdido, La
Economía de Buenos Aires
en el País de la
Abundancia ” Prometeo
2004
General José María Paz “Memorias del General Paz) Ediciones
1968
Daniel Larriqueta “ La Argentina Imperial
“ Sudamericana 2004
Daniel Larriqueta “La Argentina Renegada ”
Sudamericana 2004
Tulio Halperín Donghi “Revolución y Guerra, Formación de
una Elite Dirigente
En la Argentina Criolla ” Silo XXI 2000
Tulio Halperín Donghi “ Proyecto y Construcción de una
Nación” Emece 2007
Leandro Losada “Historia de las Elites en la Argentina ” Sudamericana 2009
José Carlos Chiaramonte “Los Usos Políticos de la Historia ,
Tulio Halperin Donghi “ El Revisionismo
Histórico Argentino Como Visión
Decadentista de la Historia Nacional ”
Siglo XXI 2005
Tulio Halperín Donghi “Hernández y Sus Mundos” Sudamericana –
Instituto
Di Tella
Tulio Halperín Donghi “ De la Revolución de la Emancipación a la Confederación
Rosista
Bartolomé Mitre “Antecedentes de
Pavón” Biblioteca de la Nación 1911
Bartolomé Mitre “Campaña de Pavón” Biblioteca de la Nación 1811
Antonio Zinny “ Historia de los Gobernadores de las Provincias Argentinas”
Lyman L. Johnson “Los Talleres de la Revolución , La Buenos Aires Plebeya y el
Mundo del Atlántico 1776 / 1810” Prometeo 2013
Juan Carlos Garavaglia “Construir el Estado, Inventar la Nación ” Prometeo 2007
Diana Quattocchi Woisson “ Los Males de la Memoria , Historia y
Política en la
Argentina”
Emece 2002
* Conferencia de Roberto
Azaretto el 13 de Junio de 2014 en sesión pública de la Academia Argentina de la Historia , con motivo de
incorporarse como miembro de número a la misma, a la que pertenecía desde 2011 como correspondiente
por Santiago del Estero.
Seamos bien claros: Buenos Aires fracaso como cabeza de la Nacion!! No supo, ni pudo ni quiso, mantener el gran estuario del Rio de la Plata (el mas grande del mundo) como un rio interno de la Nacion. No defendio como hubiera hecho cualquier otro pais del mundo (no digamos los yanquis)m la Provincia Oriental con su jefe Artigas contra la agresion del Imperio Lusobrasileño. Se gano la gran batalla de Ituzaingo y no se aprovecho para ocupar las Misiones Orientales. El nefasto Rivadavia con su ladero Garcia, perdieron vergonzosamente la Banda Oriental, contra la voluntad de sus propios habitantes.
ResponderEliminarA Buenos Aires, en toda su historia le falto grandeza, patriotismo. Fue y es una ciudad de comerciantes, de especuladores, de paniaguados de los gobiernos de turnos. Es como una de las ciudades fenicias. Con el pillo de Mitre aplasto toda disidencia interior y ahora la Nacion es una colonia de Buenos Aires.
Un Federal.