jueves, 29 de diciembre de 2011

FERNANDO AMADEO DE BALDRICH


Fernando Amadeo de Baldrich.
Baldrich y su hijo Fernando.
Baldrich.


Por Sandro Olaza Pallero



Fernando Amadeo de Baldrich, militar e historiador. Fue vocal del Círculo del Plata, miembro del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, vicepresidente de la A.F.A. y presidente del Club San Lorenzo de Almagro.
El coronel Baldrich fue un caballero con gran amor a su patria y pertenecía a una familia de origen catalán que dio varios miembros que se destacaron en la historia argentina, entre ellos su tío abuelo Alonso de Baldrich, Juan Amadeo de Baldrich, Alberto de Baldrich y Ricardo Baldrich. Inculcó a sus hijos el amor a la patria, a la familia, a las Fuerzas Armadas, a la Historia,  pero sobre todo, a sacrificar todo por la verdad y la justicia.
Integró el Regimiento de Granaderos a Caballo y otros Regimientos de Caballería del Ejército Argentino. Se sublevó en las unidades militares de Azul y Olavarría, el 8 de octubre de 1971, junto con militantes nacionalistas –entre ellos el padre Julio Meinvielle y el coronel Florentino Díaz Loza- y justicialistas contra el dictador Alejandro A. Lanusse.
En su proclama el teniente coronel Baldrich –segundo jefe del C-10- defendía las “banderas nacionales, populares y cristianas” frente a la política del coloniaje. Este intento fracasó al día siguiente, pues la mayoría de las tropas respondió al gobierno de facto y Baldrich sufrió el exilio sin manifestar desesperanza.
Se desempeñó en P.A.M.I., haciendo propia la causa de los ancianos, como si en ello se le fuera su propia vida.  Fue hombre de grandes pasiones, historiador, erudito en materia de artes plásticas, de intensa vida social y cultural.
De noble estirpe, Baldrich generó el amor a sus antepasados remontando sus orígenes hasta Roger de Lauria, almirante aragonés, cuya hija se casó con el primer Baldrich del cual se tienen datos fehacientes que datan de 1270.
Acostumbraba a relatar cómo sus tíos de apellido Coronel, planearon secuestrar de la prisión de Manresa al cura Leonardo Castellani, para traerlo a la Argentina. Fue miembro activo del Círculo del Plata, y amigo de Marcelo Sánchez Sorondo, Ricardo Curutchet, Ricardo Paz, José María Rosa y muchos otros miembros notables de esa institución a quienes unía el amor a la Patria. Fernando Amadeo de Baldrich falleció el 24 de junio de 2011.
Colaboró con trabajos de historia militar en la Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas. Autor de “El coronel Mariano Maza” (Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 30, Enero-Marzo 1993);  “¿Fueron nacionales las Fuerzas Armadas entre 1828 y 1852?” (Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 31, Abril-Junio 1993); “Dos antiguos granaderos de San Martín en la Confluencia” (Revista del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 51, Abril-Junio 1998); “La Vuelta de Obligado” (Revista del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 53, Octubre-Diciembre 1998); “La intervención armada francesa el 10 de octubre de 1838 en Martín García” (Revista del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 54, Enero-Marzo 1999);  y “Breve comentario a una carta de San Martin” (Revista del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas n° 55, Abril-Junio 1999).
En “El coronel Mariano Maza”  señala: “El nombre del Coronel Mariano Maza es tabú en la historiografía argentina. La sentencia que condenó a muerte a Marco Avellaneda en Metán en el año 1841 y la campaña de Catamarca en el mismo año, constituyen la argumentación que se ha usado para presentarlo con rasgos llenos de exageración e injusticia o, en todo caso, para medirlo con una vara muy distinta a los prohombres de su época. De origen distinguido, fue federal neto e inclaudicable rosista pese a la tragedia que envolvió a su tío, el Dr. Manuel Vicente Maza, Presidente de la Sala de Representantes de Buenos Aires y a su primo el Teniente Coronel Ramón Maza, fusilado en relación con la conspiración de 1839”.
“¿Fueron nacionales las Fuerzas Armadas entre 1828 y 1852?” fue publicado por primera vez en la revista Estrategia (Julio-Agosto 1979) y actualizado posteriormente por su autor. Refuta al historiador Augusto C. Rodríguez, quien afirma que “el Ejército, con la fisonomía que hoy exhibe, tiene sus cimientos en la Organización Nacional, que se inicia en 1852”. Baldrich sostiene respecto del período histórico anterior: “¿Es que podemos borrar de un plumazo veinticuatro años de historia y multitud de hechos heroicos y trascendentes en luchas contra el indio y contra las potencias más poderosas de la época como Inglaterra y Francia?”.
En “Dos antiguos granaderos de San Martín en la Confluencia” trata de dos ex granaderos, Ángel Pacheco y Pedro Ramos, quienes llegaron a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay en la expedición de Juan Manuel de Rosas al desierto: “Por esa causa argentina que tiene en el General San Martín, su arquetipo inconfundible y en sus antiguos granaderos Pacheco y Ramos, los héroes que, continuadores de su escuela y de su mística, siguieron dando en estas regiones testimonio de gloria y de grandeza”.
“La Vuelta de Obligado” fue uno de sus artículos más importantes, donde dice: “Las tergiversaciones con que se ha pretendido disimular el verdadero cariz de la intervención (para justificar a los emigrados que la apoyaron) resultan inútiles frente al texto claro de las instrucciones con que se presentaron los comisionados. Se trataba de una verdadera operación colonial para lograr objetivos y ventajas bien concretas, a costa del sometimiento del país y avasallamiento de su dignidad”.
Su monografía “La intervención armada francesa el 10 de octubre de 1838 en Martín García” destaca la defensa argentina de la isla de Martín García que “demostraría a ese invasor que la voluntad de soberanía expresada en jornadas heroicas en las llamadas selvas y montañas del continente no había muerto”. Baldrich destaca: “Sólo una conducción política exterior con mística nacional, esto es con fe inclaudicable en el destino de la Patria y de su pueblo, podría apoyarse en el heroísmo de una derrota militar y convertirla en triunfo diplomático”.
En “Breve comentario a una carta de San Martin” analiza una carta de José de San Martín dirigida desde Bruselas a Bernardo O´Higgins el 20 de octubre de 1827, donde explica su ostracismo, los motivos por los que no ofreció sus servicios en la guerra del Brasil y los problemas con Bernardino Rivadavia. Baldrich afirma: “Cuando el juez o el narrador de un hecho histórico se llama nada menos que José de San Martín, cobra el acontecimiento un carácter de verdad indiscutida, lógico desde todo punto de vista, teniendo en cuenta las cualidades morales y virtudes que encarna la magna figura del Libertador, es por eso precisamente que los que han escrito la Historia Argentina viendo que los juicios del héroe sobre las personas o los hechos están en abierta oposición con los que ellos se proponen escribir los rodean de un silencio cómplice tomando para sus fines los de otros aunque éstos sean los de Rivera Indarte o de Juan de los Palotes”.
  


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